Conocer la computadora y “leer oraciones” …
La globalización de la tecnología, el desarrollo de las redes sociales digitales y la dinámica de la “plaza pública y abierta” presentan el desafío de armonizar y equilibrar su auténtico uso entre la sabiduría y el sentido de vida, sea para las diversas generaciones, así, como para los nativos digitales. Sin embargo, parece ser que a veces esas virtudes necesarias para equilibrar su recto uso o “habitad” en los medios tecnológicos no solo suelen venir de debates y ámbitos académicos, sino de experiencias de vida.
Como el caso de “Doña Manuelita” que a sus ochenta y cuatro años terminó su primaria, “Ahora ya sé leer y escribir, y el último examen que me faltaba lo hice en una computadora…” afirmó, la anciana originaria de un pueblo del Estado de Aguascalientes, México, para quien representa un logro, convertirse en embajadora para animar a otros que como ella piensan que los sueños están lejanos. “…yo quería terminar de aprender a leer y escribir para poder leer las oraciones y rezarle a mi difunto esposo” …, compartió.
La interactividad fue parte de su proceso de aprendizaje, sin embargo, el sentido y la meta no desaparecieron porque de frente a la computadora mantuvo el “ánima y ánimo” aun estando conectada al internet donde seguía las clases de alfabetización su meta no era pasar horas en la “compu” … para ella este medio significó “vida y esperanza”. Un testimonio que acentúa la esencia del uso de estas herramientas que no dejan de lado el rostro humano de frente a los abuso, distorsiones y dilemas éticos.
Ya escribía en su Mensaje para 47ª Jornada Mundial de las Comunicaciones, el +Papa Emérito Benedicto XVI exhortándonos: “El intercambio de información puede convertirse en verdadera comunicación, los contactos pueden transformarse en amistad, las conexiones pueden facilitar la comunión”.
Ciertamente, para “Doña Manuelita” aprender y comunicar fueron las alas que le abrieron la posibilidad de vivir ese anhelo de fe, que ahora la “conecta” con la comunión de una oración que se eleva a la eternidad. Conviene recordar que “las redes sociales, además de instrumento de evangelización, pueden ser un factor de desarrollo humano”.