La entrada y comienza de un Nuevo Año nos deja una atmosfera de “positividad” vibras, buenos deseos, sabores de brindis, «rituales», etc. La cuestión es que de una u otra forma necesitamos una pista de aterrizaje de todos esas «buenas» intenciones. Por lo cual, podemos hacer tres experiencias que contribuirán a nuestra crecimiento durante este año.
1.- Menos propósitos y asumir COMPROMISOS concretos; que ya llevamos sobre nuestra vida, los cuales no se inventan sino que son parte de nuestra realización y de las opciones de vida que hemos hecho.
2.- Menos “suerte” y más TRABAJO DE VOLUNTAD; en el ejercicio de las virtudes, dones y talentos que necesitamos y sabes que son fundamentales para la realización y plenitud de la vida.
3.- Menos deseos y más CONTINUIDAD a las situaciones que no se han terminado, los asuntos pendientes y las cosas o proyectos iniciados que no hemos finiquitado.