Celebraciones Litúrgicas

(No. 942 30 de Octubre al 5 de Noviembre del 2005)
"Parte de las Cenizas del Padre Luis en Tijuana"
Flor Guzmán Rodríguez
Tijuana, Baja California. México.

La señora Romero accedió a la petición de fieles de la comunidad de Santa María Reina de dejar parte de las cenizas del padre Luis. En Guadalajara diversas comunidades religiosas y parroquiales ya lo esperan para darle el último adiós.

Para consuelo de muchos, de cientos de feligreses, de sacerdotes, religiosas y religiosos de esta Diócesis de Tijuana, una parte de los restos cremados del padre Luis Velázquez Romero quedarán depositados en la parroquia Santa María Reina, última comunidad en la que desarrolló su ministerio.

En entrevista vía telefónica la señora María del Rosario de Cristo Rey Romero de Velázquez, madre del padre Luis, comentó que dada la incesante petición de los fieles de la comunidad de Santa María Reina y después de consultar al Obispo Rafael Romo Muñoz accedió a dejar una parte de los restos del padre en Tijuana y la otra con ella, en Guadalajara, como de hecho se pensó en un principio.

La señora Romero mencionó que sería durante la última misa de novenario del padre Luis, el pasado 4 de noviembre, cuando se depositaría la urna en un lugar especial del templo, en donde todas las personas lo podrán visitar y recordar.

Señaló que en Guadalajara la otra parte de las cenizas quedará en una cripta en la que también ya descansa la madre de ella, en el templo de San Felipe de Jesús, ubicado en el Sector Libertad, en la Calle 34. Pero antes, aseguró que llegará con los Misioneros de Guadalupe en donde ya lo están esperando para ofrecerle una misa por su eterno descanso, pues el padre Luis perteneció a dicha comunidad religiosa. Así mismo, indicó que las parroquias Nuestra Señora del Sagrario, San Judas Tadeo y el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe también lo esperan.

Comentó que de las pertenencias del padre Luis sólo se llevaría consigo su ropa, albas y algunos ornamentos que ella y algunos familiares le habían regalado; en cuanto a sus libros, la señora Romero dijo quedarían para una biblioteca comunitaria que el padre estaba por abrir.

Finalmente agradeció todas las muestras de cariño expresadas por tanta gente y las condolencias que ha recibido, pero en primer lugar agradeció a Dios: "Agradezco primero a Dios, aunque estoy muy dolida, pero El tiene sus caminos, El es el dueño de la vida, así que El sabe cómo la da y cómo la quita. Gracias a toda la comunidad de Tijuana que me ha recibido tan cariñosamente".