Celebraciones Litúrgicas

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Después de la consagración el presbítero Lamberto nuevamente recordó al Padre Luis diciendo: "recuerda a tu hijo Luis, a quien llamaste de este mundo a tu presencia, concédele que así como ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta también con El la gloria de la resurrección".

Mientras la misa seguía su curso, una fila prolongada esperaba su turno en el confesionario, para posteriormente acercarse a comulgar el Cuerpo de Cristo.

Antes de brindar la bendición final, el Padre López agradeció la presencia de los sacerdotes Antonio Plascencia y Jaime Lares, así como del Coro Diocesano, de los ministros, de las comunidades: San Miguel Arcángel, Divino Rostro, Perpetuo Socorro y Santa María Reina. Se mostró contento por la asistencia de la gente, sobre todo por el enorme cariño que ha mostrado a la memoria y obras que realizó el Padre Velázquez.

A la Eucaristía también asistió la señora Rosario, madre del P. Luis, de la señoras Patricia y Claudia, hermanas del sacerdote.

El Padre Antonio Plascencia recordó la fidelidad al Evangelio y a la Palabra de Dios que el Padre Luis tenía y que precisamente con esa fidelidad le tocó ser constructor de comunidades y de la casa del Señor (refiriéndose a la parroquia Santa María Reina). Exhortó a los presentes a recordar con gratitud y cariño al sacerdote, su labor incansable, su disposición y su actitud plena y completa.

Una vez que la celebración eucarística terminó, tuvo lugar una pequeña remembranza del presbítero Velázquez y un pequeño convivio para festejar los 18 años que pudo haber cumplido como sacerdote.

El festejo se realizó en el salón de los Médicos de la CANACO iniciando a las 8 de la noche, en la cual el Padre Lamberto fue el encargado de dar la bienvenida: "En esta noche intentaremos contar con sencillez y sinceridad cómo hemos entendido el papel del sacerdote y amigo Luis Velázquez Romero a quien consideramos presente entre nosotros. Cómo fue su vida ministerial, lo que hizo por la iglesia -de la que formamos parte- y su convivencia con los que le fueron confiados. Lo hemos conocido por el encuentro que hemos vivido con él, por la confianza que hemos engendrado, por las exhortaciones vivas del evangelio de cada domingo...".

Ya en la remembranza que se presentó del sacerdote, pudieron apreciarse una serie de fotografías que mostraban las distintas etapas de la vida del sacerdote, en donde se mencionó que fue enviado por los Misioneros a Nueva York y después a Chicago. Estuvo también en Roma y estudió en el Colegio Gregoriano. En Guadalajara conoce a Monseñor Berlié y es quien lo invita a formar parte de la Iglesia en Tijuana. La primera parroquia donde estuvo el Padre Luis fue San Juan de los Lagos, para después trasladarse a San Miguel Arcángel, luego a la colonia Obrera y finalizar su trabajo en Santa María Reina, la cual se convirtió en parroquia durante su estancia.